lunes, 26 de enero de 2015

El Community Manager

Y pensar que hace solo unos años atrás esta especialidad no existía, recién podemos hablar de ella a mediados o fines de la primera década de este siglo (2005-2006), cuando hacen su aparición las más importantes redes sociales como Facebook, Twitter, Linkedin y otras, y cuando las empresas se dieron cuenta de que las comunidades hablaban de ellas en varios espacios, y hacía falta alguien de la empresa que "conversara" con ellas.
Algunos han visto su más claro antecedente en la figura del "moderador" que apareció a mediados de los 90 para administras los comentarios y aportes de los internautas en los llamados foros, que fueron muy populares en esos años.
Traducido como Gestor de Comunidades Virtuales, el Community Manager -nombre que ha terminado por imponerse-, se encarga entre otras cosas de las relaciones con las comunidades que se crean en las redes sociales buscando interactuar con ellas a través de la publicación de contenidos. Todo esto para crear y mantener el llamado engagement (compromiso, fidelidad), con la marca que representan.
En ese sentido, se diferencia del Social Media Manager, Gestor de Redes Sociales, cuya labor es más la de planificar las estrategias que se llevan a cabo en las redes sociales.
En otras palabras, el CM es el que da a la cara al público -de allí que se hable de comunidades-, mientras que el SMM trabaja más con los planes estratégicos en la empresa.

FORMACIÓN
La rapidez de la implementación de las redes sociales ha hecho que la formación de los CM se desfase un poco. Por el momento existe el consenso en que debe tener formación en Comunicación y luego una especialización mediante un curso de post grado o maestrías, y cada vez son más los institutos y universidades que los ofrecen.
Aunque por el momento el lugar donde más se están desarrollando los conocimientos y habilidades que deben tener estos profesionales, está en las mismas empresas y en las agencias especializadas en Social Media, que aprenden del día a a día, en un medio que está en constante cambio y evolución.
Muchas empresas aún no ven la necesidad de contar con un CM, otras colocan allí a practicantes sin experiencia, dando como resultado verdaderos papelones en las redes sociales.
Felizmente cada vez más son las empresas que ven la importancia de las redes sociales, que se han dado cuenta de que ya finalizó la era en que solo las empresas podían comunicar, que hemos pasado del anunciar al dialogar, y están contratando cada vez más profesionales o agencias especializadas.
Debido a la creciente importancia de los cms desde el 2010 primero en Estados Unidos, se acordó celebrar todos los cuartos lunes de enero, el día del Community Manager incluyendo los hashtags #CMAD o #CMGR en sus menciones.
Hoy gracias a las mismas redes sociales, el día del CM se ha extendido ya por casi todo el mundo. Feliz Día Community Managers. A celebrar, pero también a trabajar y a aprender.

lunes, 19 de enero de 2015

Borrando Huellas

Dicen que en el antiguo Egipto los nuevos faraones lo primero que hacían al asumir el poder era destruir las obras más importantes de su antecesor para que nadie se acuerde de él. Esta mezquina práctica está todavía hoy presente lamentablemente en muchos gobiernos, desde pequeños municipios locales, pasando por provincias o regiones, hasta en gobiernos enteros de países.
Eso sí, como sería demasiado escandaloso destruir por ejemplo un hospital, un estadio o una carretera, lo que se hace ahora es tratar de borrar de otra forma las huellas del antecesor, huellas más sutiles, pero igual de efectivas, como los signos de Identidad Visual.
En mi país el Perú, hemos venido siendo testigos de esto desde el siglo pasado. Quién no recuerda por ejemplo,  en tiempos de Fujimori, el cambio de color corporativo del naranja al celeste, de la Identidad Visual Corporativa del naranja al celeste, acompañado también del cambio de nombre del antiguo Ipss a Essalud, solo porque el naranja recordaba mucho la labor del hoy alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio cuando estuvo a cargo de esa institución.
Quien no recuerda también los constantes cambios del nombre de la cadena nacional de televisión, de Televisión Nacional del Perú, a TVPerú, solo porque al gobernante de turno Alan García del Apra, le gustaba más este último.
En los gobiernos municipales si los alcaldes podrían cambiarle el nombre a la ciudad, lo harían pero lo que sí han hecho en algún momento como en el caso de Piura, es cambiarle de nombre a la municpalidad, conocida como Municipalidad Provincial de Piura a Gobierno Local de Piura, en el segundo gobierno del fallecido al alcalde aprista José Aguilar.
En los gobiernos regionales, los cambios tampoco se han hecho esperar. Con apenas poco más de una década, los presidentes regionales se aprovechan de la poca memoria y la todavía incipiente identidad regional de muchos pobladores para cambiar los escudos de las regiones con una facilidad pasmosa.
En Lambayeque por ejemplo el escudo con motivos del Sr. de Sipán que usó su primer presidente regional  Yehude Simon, ha sido cambiado totalmente por su sucesor por un escudo que se aleja completamente del original, pues más parece un escudo de armas español, que precolombino.
Y así en muchas regiones un escudo que debería ser una señal imborrable de la región, fruto del consenso, con el que todos se sientan identificados se convierte solo en un logotipo más del gobernante de turno, lo peor es que nadie protesta.
Parque de la Reserva - Circuito Mágico del Agua

Pero el caso más grotesco se ha dado recientemente con la asunción del alcalde de Lima, el mencionado Luis Castañeda quien en su afán por marcar distancia con su antecesora, la impopular Susana Villarán, reemplazó el logo anterior del circuito mágico del agua, por este que vemos arriba que parece hecho con plumones o un niño aprendiendo a usar su photopaint. El logo ha sido producto de burlas y varios memes en redes sociales, pero el burgomaestre, fiel a su estilo ha hecho oídos sordos.
Es tiempo que los gobernantes empiecen a diferenciar que una cosa es generar señas de identidad propias o de su partido, y otras las señales de identidad de una provincia, región o país. Deberían respetar propiedades que son de los ciudadanos y que ellos en algunos casos solo están administrando.
Y nosotros como ciudadanos debemos ser conscientes del abuso que se comete con propiedades que son de todos los peruanos. Debemos alzar la voz y exigir que nadie se atreva a tocar lo que es nuestro, la burla en los memes no es suficiente,


lunes, 12 de enero de 2015

Autocensura

Pensaba dedicar este post exclusivamente al escándalo de Sony con la postergación del estreno de The Interview, pero lo ocurrido este miércoles con la masacre a los caricaturistas de Charlie Hebdo, en Francia, me hizo replantear un poco las cosas.
Sin embargo pensándolo bien, hablar de lo ocurrido con Charlie Hebdo no me desviaría mucho de lo que tenía planeado inicialmente, pues ambos tienen un punto en común, aunque con resultados muy diferentes.
En el caso Sony, los estudios recibieron amenazas, luego un ataque de hackers y finalmente amenazas de atentados en caso de que la irreverente película de Seth Rogen se estrene en las principales salas de Estados Unidos. ¿El resultado? Sony cediendo ante las amenazas de los extremistas suspendió el estreno.
Si bien luego cediendo ante las presiones de los medios, la estrenó en pocas salas y online, la imagen de una empresa timorata avanzando y retrocediendo, quedó en la mente de todo el mundo.
Charlie Hebdo era un semanario humorístico que para usar una expresión peruana "no creía en nadie", desde su fundación en los '70 se burló de todos los poderosos y con caricaturas nada suaves. Aunque tuvo varias portadas contra la Iglesia Católica y los judíos, el blanco de sus burlas últimamente había sido el Islam. Ya habían sido enjuiciados y absueltos. También habían sido amenazados, pero ellos siguieron haciendo lo que hacían. "Prefiero morir de pie, que vivir de rodillas", había dicho Charb, su director. 
Entonces un grupo de ofendidos extremistas decidió cumplir su amenaza y vengar lo que ellos consideraban una ofensa su profeta, asesinando a los principales dibujantes de la revista en pocos minutos.
En ambos casos la autocensura apareció como opción, unos optaron por seguirla otros por ignorarla.Claro toda organización tiene el derecho de recurrir a ella, especialmente si cree que están en peligro vidas de sus miembros o la supervivencia de de la misma, pero también tiene sus peligros y no parece ser la mejor manera de defenderse.

Ya lo dijo Mario Vargas Llosa en una entrevista que le hizo radio Francia con ocasión de la masacre del semanario: "El crimen busca provocar la autocensura, esa sensación de peligro frente a los que escriben (...)Ahora bien es importante que esto (los atentados) no nos lleven a limitar nuestras libertades pensando que es la mejor manera de defenderse. Sería dar al enemigo la victoria" ( http://www.larepublica.pe/11-01-2015/el-crimen-busca-provocar-la-autocensura ).
La autocensura no es algo nuevo, está muy presente en nuestras vidas, más allá de lo que creemos. Desde el medio que deja de informar algo por no incomodar a una familia a una autoridad, hasta en nosotros mismos cuando por ejemplo, dejamos de opinar sobre un tema en persona o en redes sociales, por no pelearnos con nuestros amigos.
"La verdad los hará libres" dice el Evangelio, quizá sea tiempo de darle más espacio a la verdad y menos a la corrección política o a nuestra zona de comfort.